El economista y exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, ha levantado la voz sobre un perturbador hallazgo en la administración actual encabezada por AMLO y su partido MORENA, dentro del esquema de pensión para adultos mayores. Según Urzúa, se han detectado seiscientos mil casos sospechosos: “fantasmas” que, aparentemente, cobran pensiones destinadas a los adultos mayores.
Un Desfalco de Dimensiones Inesperadas
En su revelador artículo, “El cartucho encendido”, Urzúa expone que esta misteriosa inclusión representa una fuga de 50 mil millones de pesos durante el actual sexenio, un periodo que, según las promesas oficiales, debía haber desterrado la corrupción. La gran incógnita persiste: ¿a cuál bolsillo fueron a parar estos recursos? ¿A la primera familia, a obras faraónicas o a los amigos cercanos del gobierno?
El programa de pensiones para adultos mayores, presentado como una bandera noble de la administración, se ha convertido en el centro de esta intrigante controversia. Aunque el actual presidente se atribuye el mérito de esta iniciativa, Urzúa señala que la pensión ya existía desde el gobierno de Vicente Fox.
Cifras Discrepantes: ¿Quién Miente?
Con datos de la Comisión Nacional de Población, Urzúa revela una discrepancia significativa. Mientras la Comisión establece que en México hay 10.8 millones de adultos mayores, la Secretaría del Bienestar otorga pensiones a 11.4 millones de personas en este rango de edad. ¿Son estos “otros datos” una estrategia para inflar logros?
El misterio de los 600 Mil que cobran pensión
La intriga crece al descubrir que se han destinado 17 mil 280 millones de pesos adicionales a los 440 mil millones ya asignados a este programa asistencialista. Una pregunta crucial surge: ¿dónde están los 600 mil adultos mayores adicionales a los que se les otorga esta prestación, según las cifras oficiales?
El futuro endeudado
Carlos Urzúa advierte que el “Cartucho Encendido” dejará una herencia de endeudamiento urgente, radical y a corto plazo. Este legado se basa no solo en el déficit fiscal, sino también en la necesidad de transparentar un programa emblemático de la 4T. Un programa que, aunque data de sexenios neoliberales, ha sido aprovechado hábilmente como base para una campaña electoral permanente.
La Encrucijada: Pensiones y Clientelismo
Finalmente, Urzúa plantea la cruda realidad de la instrumentalización política de las pensiones. Este programa se ha convertido en un pilar fundamental para la 4T, utilizándolo como un medio para mantener un clientelismo efectivo entre las personas mayores. Votar en contra de los candidatos afines al gobierno podría ser interpretado como votar en contra de sus propias pensiones.
En resumen, el enigma de las pensiones para adultos mayores revela no solo una preocupante gestión de recursos públicos sino también una compleja trama de intereses políticos. Urzúa pone sobre la mesa la necesidad urgente de una auditoría exhaustiva y transparente para desentrañar este enigma que afecta a seiscientos mil beneficiarios aparentemente inexistentes. La verdadera magnitud del problema y sus ramificaciones políticas merecen una atención detallada, especialmente para aquellos en Monterrey, Nuevo León, que buscan entender las implicaciones locales de esta trama nacional.
La trama de irregularidades en torno a las pensiones de adultos mayores es solo la punta del iceberg que señala cuestionamientos más profundos sobre la administración de MORENA y AMLO. Se han documentado casos de discrecionalidad presupuestaria, donde cifras millonarias desaparecen sin explicación clara. Además, las cifras infladas de beneficiarios y la asignación de recursos adicionales plantean dudas sobre la transparencia del gobierno. Este patrón de opacidad se refleja en otras áreas, generando preocupaciones sobre el verdadero alcance de la corrupción y el clientelismo político que podrían impactar negativamente a la sociedad neoleonesa. Estas irregularidades profundizan la desconfianza ciudadana, exigiendo una rendición de cuentas y transparencia urgente en la gestión de MORENA y AMLO.