En pleno cruce de la Avenida Colón y la calle Guerrero, decenas de personas enfrentaron nuevamente un escenario habitual: largas filas para abordar los camiones de Transmetro. Alrededor de las 19:00 horas, se contaban aproximadamente 50 usuarios en espera de un transporte que no llega con la frecuencia necesaria para satisfacer la demanda.
La escena incluía personas de todas las edades, desde estudiantes y trabajadores hasta adultos mayores, quienes intentaban encontrar un lugar en los pocos autobuses que pasaban. La insuficiencia de unidades de transporte ha generado que esta parada se convierta en un punto crítico, donde la espera se extiende demasiado y el espacio resulta insuficiente.
Testimonios de usuarios frustrados
Los pasajeros frecuentes aseguran que esta situación no es nueva. Todas las noches, según testimonios, las filas de usuarios saturan la parada.
“Siempre está así, es un relajo”, comenta uno de los afectados, mientras señala las largas filas de personas paradas y, en muchos casos, sentadas en el suelo debido a la falta de bancas suficientes.
Además de la incomodidad, muchos usuarios expresaron su frustración por la incertidumbre de no saber cuánto tiempo más tendrían que esperar. La falta de información y la limitada cantidad de camiones han creado un ambiente de tensión constante en esta zona, donde la paciencia de los pasajeros se pone a prueba cada día.
Un problema que requiere soluciones inmediatas
La saturación de la parada en Colón no solo refleja un problema de logística en el transporte público, sino también una carencia de infraestructura adecuada para atender a un volumen tan alto de usuarios. La única banca disponible resulta insuficiente, obligando a los pasajeros a buscar otras alternativas para soportar las largas esperas.
Este tipo de escenarios plantean la necesidad urgente de aumentar la frecuencia de las unidades, optimizar las rutas y mejorar las condiciones de las paradas de camión. Para muchos, la experiencia diaria de esperar un camión en Colón no es solo una molestia, sino un recordatorio de las deficiencias en el sistema de transporte que afecta a miles de personas en el área metropolitana.

Impacto en la calidad de vida
La falta de transporte adecuado en la Avenida Colón no solo representa un desafío logístico, sino que tiene un impacto directo en la calidad de vida de los usuarios. El tiempo perdido en largas esperas, combinado con las condiciones incómodas de la parada, genera estrés y dificulta la planificación diaria de quienes dependen del transporte público.
Algunos pasajeros expresaron que este problema no solo afecta sus horarios de trabajo o estudio, sino también su bienestar general. La falta de bancas suficientes y la necesidad de esperar de pie o sentados en el piso durante largos períodos se suman a las dificultades de quienes ya enfrentan desplazamientos prolongados para llegar a sus destinos.
Usuarios exigen mejor servicio de transporte
Ante esta situación, los usuarios demandan una respuesta clara y efectiva por parte de las autoridades de transporte. La saturación de la parada en Colón es solo un ejemplo de los muchos puntos críticos en el sistema de transporte público que requieren atención inmediata.
Incrementar la frecuencia de las unidades, mejorar las instalaciones en las paradas y proporcionar información precisa sobre los horarios de llegada son medidas que podrían aliviar parte del problema. Mientras tanto, los pasajeros continúan enfrentando una espera incómoda y prolongada, esperando soluciones que todavía no llegan.
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