El Gobierno de Nuevo León ha generado nuevamente controversia al ordenar el cierre total de un importante tramo de la Avenida Miguel Alemán, en el municipio de Guadalupe, como parte de las obras de la Línea 6 del Metro. La decisión, anunciada con poca antelación, ha causado malestar entre vecinos y automovilistas, quienes acusan a las autoridades de falta de planeación e información clara.
El cierre afecta la lateral de Miguel Alemán en dirección al Aeropuerto, desde la Avenida Ruiz Cortines hasta la Colonia La Victoria, y tendrá una duración estimada de cinco meses. Esto ha provocado que habitantes del sector se sientan aislados, al contar ahora con rutas limitadas para ingresar y salir de su colonia.
Desde la noche del martes, trabajadores de la empresa Mota Engil, encargada de la obra, comenzaron a bloquear el acceso al tramo. Conductores que circulaban por Ruiz Cortines quedaron sorprendidos al no encontrar aviso previo. La medida generó largas filas de vehículos y múltiples quejas en redes sociales.
Aunque las autoridades aseguran que el cierre responde a la construcción de infraestructura esencial para la estación Ruiz Cortines, los vecinos y ciudadanos cuestionan el impacto que tendrá en la movilidad diaria, sobre todo con el inminente regreso a clases. La percepción general es que la obra, mal comunicada y peor planificada, se suma al creciente caos vial que se vive en el área metropolitana.
Obras sin coordinación ni avisos
El cierre de la lateral se dio a las 22:10 horas, sin que existiera una campaña previa de información a vecinos o automovilistas. Aunque Abraham Vargas, director de Metrorrey, confirmó que el cierre estaba programado, reconoció que la incorporación desde la lateral a los carriles principales de Miguel Alemán también fue clausurada recientemente, limitando aún más las opciones de tránsito.
Para los habitantes de La Victoria, las alternativas de entrada y salida ahora se reducen a pocos accesos. Según Vargas, la calle Vereda de Tamarindos y la Avenida San Rafael, que conecta con López Mateos y la calle profesor Juan Guzmán, serán las opciones para ingresar. En tanto, para salir, deberán usar Calle Nueva hasta Constitución. Sin embargo, los propios vecinos consideran estas rutas insuficientes y peligrosas debido a su estrechez y alto flujo vehicular.
María Antonia González, vecina del sector, expresó su frustración: “Vamos a estar encerrados, y ahorita está tranquilo porque no hay escuelas, pero cuando entren ¿qué va a pasar?”. Esta preocupación refleja un sentir generalizado entre residentes, quienes afirman que el Estado no tomó en cuenta las condiciones reales de movilidad del sector al tomar esta decisión.
A partir del 23 de julio se llevará a cabo un cierre temporal de la lateral de Av. Miguel Alemán, en el cruce con Av. Ruiz Cortines; conoce aquí las rutas alternas.
— El Gobierno de Nuevo León (@nuevoleon) July 23, 2025
Sabemos que puede causar algunas molestias, por eso te pedimos paciencia, valdrá la pena. pic.twitter.com/jdjEiYFZy1
La Línea 6, otra promesa problemática
La Línea 6 del Metro ha sido presentada como una de las obras insignia del gobierno de Samuel García, pero cada etapa de su construcción ha estado acompañada de problemas logísticos, retrasos y críticas por su impacto en la movilidad.
El cierre de esta lateral se suma a una serie de medidas que han entorpecido el tránsito en múltiples puntos de la ciudad. Ya antes se había cerrado la desincorporación de los carriles principales a la lateral, y ahora con la clausura de la incorporación en sentido inverso, los automovilistas se ven obligados a rodeos extensos y lentos, afectando tiempos de traslado y aumentando el estrés urbano.
Según el comunicado oficial, en el tramo intervenido se construirán 20 pilas, 11 zapatas, 15 columnas, 11 capiteles, 3 marcos transversales, un cabezal de estación, un intercambiador, 16 trabes de rodadura y 18 juntas de cierre. Aunque estos elementos son necesarios para la edificación de la estación Ruiz Cortines, el método y la velocidad con que se implementan han sido duramente cuestionados.
La molestia se intensifica debido a la falta de etapas progresivas en la ejecución. Vecinos exigieron que, al menos, se hubiese optado por un cierre parcial o escalonado, en lugar de una clausura total que afecta la vida cotidiana de cientos de familias, especialmente en un periodo de vacaciones donde el flujo disminuye, pero el impacto será mucho mayor al reiniciar el ciclo escolar.
El costo social del proyecto
Más allá de la infraestructura que se promete, el proyecto ha dejado ver un patrón constante: las decisiones se toman desde el escritorio, sin consulta ciudadana ni atención a los impactos locales. Las autoridades parecen apostar por la ejecución rápida, pero sin procesos participativos ni comunicación efectiva, lo que ha erosionado la confianza de la población.
Vecinos de La Victoria señalan que el gobierno estatal sigue acumulando decisiones apresuradas que afectan la vida diaria de las comunidades. Lo que pudo ser una oportunidad para presentar una obra con sentido social y bien integrada a la ciudad, se ha transformado en una fuente de enojo, incertidumbre y desesperación.
A esto se suma el temor de que el proyecto no avance al ritmo prometido. Vargas declaró que “conforme termine la obra civil, iremos abriendo de manera progresiva la lateral”, pero no ofreció fechas específicas, lo que alimenta las dudas sobre si realmente se respetará el plazo de cinco meses.
Mientras tanto, los residentes de la zona —al igual que quienes circulan a diario por Miguel Alemán— deberán adaptarse a un nuevo embotellamiento permanente, con pocas salidas y ninguna certeza.
Vecinos, los más afectados
El impacto más fuerte lo reciben los habitantes de la colonia La Victoria, quienes ya enfrentaban limitaciones viales antes del cierre. Ahora, con la restricción total, denuncian sentirse prácticamente atrapados. Las rutas alternas son escasas, y el regreso a clases podría colapsarlas por completo.
Además, algunos vecinos advirtieron que la falta de accesos rápidos podría dificultar la entrada de ambulancias o servicios de emergencia, lo que representa un riesgo adicional para la comunidad.
También señalan que la empresa constructora no colocó señalamientos visibles ni información clara para quienes transitan por la zona, lo que ha provocado confusión y maniobras peligrosas entre conductores que se ven obligados a dar vueltas repentinas o ingresar a calles angostas sin preparación.
La demanda ciudadana es clara: planeación, información y consideración hacia los barrios afectados. De lo contrario, obras como esta, aunque necesarias, se convertirán en símbolos de abandono y desconexión entre el gobierno y la gente.
