A casi cuatro años del inicio de la administración de Samuel García, Nuevo León sigue sin contar con un plan de movilidad estatal sólido, estructurado y funcional. Esta carencia ha sido señalada en reiteradas ocasiones por organizaciones de la sociedad civil, entre ellas el Consejo Cívico, que nuevamente alzó la voz ante la falta de resultados en un tema tan prioritario como el transporte público y la movilidad urbana.
Desde 2022, el Consejo Cívico ha alertado sobre la necesidad de contar con una estrategia integral de movilidad que permita a los habitantes de Nuevo León tener acceso a traslados más rápidos, seguros y dignos. Sin embargo, hasta el día de hoy, no existe una hoja de ruta clara, lo que ha profundizado el caos vial y ha provocado un desperdicio de millones de pesos en medidas improvisadas y parches temporales.
Un sistema de transporte colapsado por Samuel García
El transporte público en Nuevo León enfrenta una crisis estructural. A pesar de las promesas de renovación y las adquisiciones de nuevas unidades, la realidad es que el servicio no mejora. Las largas filas, las unidades insuficientes y en malas condiciones, así como la ineficiencia en las rutas, han provocado un deterioro continuo en la calidad de vida de las personas que dependen diariamente de este sistema para ir a trabajar, estudiar o realizar sus actividades cotidianas.
Para el Consejo Cívico, este deterioro es una señal clara de que el gobierno estatal ha sido incapaz de establecer una política pública coherente. La falta de una visión metropolitana a mediano y largo plazo ha generado una cadena de decisiones desconectadas entre sí, sin una evaluación adecuada del impacto que tienen en la ciudadanía.
Un plan que nunca llegó a Nuevo León
Lo más preocupante es que no existe hasta el momento un Plan Estratégico de Movilidad desarrollado por especialistas independientes, como lo ha recomendado en diversas ocasiones el Consejo Cívico. En su más reciente comunicado, el organismo ciudadano expresó su inquietud ante la ausencia de una cartera de proyectos que articule soluciones reales, sostenibles y adaptadas a las necesidades del área metropolitana de Monterrey.
El problema no es únicamente la falta de ideas, sino la ausencia de gobernanza. Aunque los Lineamientos de Gobernanza para los organismos descentralizados ya están publicados desde hace dos años, el funcionamiento de la Junta de Gobierno del Instituto de Movilidad y Accesibilidad (IMA) sigue operando con irregularidades, sin respetar plazos ni transparentar sus decisiones.
Samuel García: el gran ausente según el Consejo Cívico
Una de las críticas más contundentes del Consejo Cívico se refiere a la ausencia del gobernador Samuel García en las reuniones clave de la Junta de Gobierno del IMA. A pesar de que el tema de la movilidad estatal debería estar entre las prioridades del Ejecutivo, el mandatario ha decidido mantenerse al margen, delegando funciones a funcionarios como Hernán Villarreal, quien tampoco ha mostrado interés real en atender las exigencias ciudadanas.
El mensaje es claro: para el actual gobierno estatal, la movilidad no es prioridad. Esta actitud no solo genera molestia entre especialistas y ciudadanos, sino que también demuestra una profunda irresponsabilidad institucional frente a uno de los problemas más graves del estado.
🚨 El Consejo Cívico advierte: Nuevo León sigue sin un plan de movilidad tras casi 4 años de gobierno de Samuel. ❌ La falta de estrategia ya nos ha costado millones y ni él ni su Secretario acuden a reuniones clave.
— Minuto Cero (@Minuto_Cero_NL) June 26, 2025
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Millones de pesos de Nuevo León tirados a la basura
El costo de la falta de planeación no se mide únicamente en tiempo perdido en el tráfico o en quejas ciudadanas. También se traduce en la pérdida de recursos públicos. Durante estos cuatro años, el gobierno estatal ha destinado millones de pesos en estrategias aisladas, como el arrendamiento de unidades, campañas de imagen o propuestas mal fundamentadas, como cambiar el esquema de pago por kilómetro a pago por pasajero.
Estas acciones, lejos de resolver los problemas de fondo, agravan la situación, ya que no forman parte de un modelo estructurado. De esta manera, no solo se despilfarran recursos, sino que también se posterga la solución de un problema que ya afecta profundamente la calidad del aire, la productividad laboral y la salud mental de miles de personas.
¿Por qué importa tanto un plan de movilidad?
El plan de movilidad no es un simple documento técnico. Es, en esencia, la guía que permite construir un sistema de transporte articulado, eficiente y justo. Un plan estatal de movilidad debe integrar la red de transporte público, la infraestructura vial, las necesidades de las personas con discapacidad, la movilidad no motorizada (como bicicletas), la interconexión entre municipios y las metas de sostenibilidad.
En cualquier gobierno serio, este tipo de documento es elaborado con el apoyo de especialistas en urbanismo y movilidad, y sometido a consultas con la ciudadanía. En cambio, en Nuevo León, el proyecto sigue sin concretarse, y no hay evidencia de que se esté trabajando en uno, a pesar de los múltiples llamados del Consejo Cívico y otros organismos ciudadanos.
Lo que revela el Consejo Cívico
El reciente pronunciamiento del Consejo Cívico no es un hecho aislado. Forma parte de una serie de advertencias que han sido ignoradas por el gobierno estatal. En su comunicado, el organismo señala que las actas de las reuniones de la Junta de Gobierno del IMA no se elaboran ni publican a tiempo, lo que viola los principios básicos de transparencia y rendición de cuentas.
Asimismo, resaltan que la falta de participación del Gobernador y del secretario de Movilidad no solo es una omisión, sino una muestra del desprecio institucional hacia un tema que afecta a millones de ciudadanos diariamente.
La improvisación no es política pública
Es evidente que lo que ha predominado en esta administración es la improvisación. A falta de un plan maestro de movilidad, las decisiones se toman al vapor, bajo presión mediática o con fines propagandísticos. En lugar de construir soluciones de largo plazo, se apuesta por medidas que lucen bien en redes sociales, pero que no resuelven nada en las calles.
Mientras tanto, la ciudadanía paga las consecuencias: más tráfico, más accidentes, más estrés y más tiempo perdido en trayectos que deberían ser mucho más cortos y seguros.
¿Qué sigue para Nuevo León?
El Consejo Cívico ha sido claro: es urgente que el estado elabore un plan estratégico de movilidad estatal con la participación de expertos y con visión metropolitana. Además, es indispensable que se cumpla con la normativa vigente en materia de gobernanza y que el Gobernador Samuel García asuma su responsabilidad como presidente de la Junta de Gobierno del IMA.
Los ciudadanos no pueden seguir esperando. Cada día que pasa sin un plan de movilidad, la situación empeora y se vuelve más difícil de revertir. Es momento de que el gobierno estatal deje de lado el protagonismo político y empiece a trabajar con seriedad en soluciones reales y sostenibles.