Nuevo León se enfrenta a una de las crisis de movilidad más complejas de los últimos años. El Instituto de Movilidad y Accesibilidad (IMA), encargado de la gestión y operación de las rutas urbanas, atraviesa una situación económica crítica que podría tener serias repercusiones para la calidad del transporte público en el estado. Mientras tanto, la falta de soluciones claras por parte del gobierno de Samuel García agrava aún más la situación, llevando a este organismo a solicitar un presupuesto de $6,900 millones, un 173% más que lo asignado el año anterior. ¿Qué implica esta solicitud y por qué la crisis persiste?
El Desajuste en el Presupuesto del IMA
La solicitud del IMA de un presupuesto superior a los 6,900 millones de pesos está directamente relacionada con la falta de recursos para operar y expandir el sistema de transporte público. Según el encargado del IMA, Abraham Vargas, este monto es necesario para cubrir los gastos operativos derivados del crecimiento de la flota de camiones. Sin embargo, la cifra solicitada también refleja una serie de problemas estructurales dentro del sistema, como el déficit de mil 220 millones de pesos generado en 2024.
Este déficit se debe en gran medida a la baja ocupación de las rutas y a la evasión de ingresos, un problema recurrente provocado por algunos operadores que continúan cobrando en efectivo. En un sistema que necesita ser modernizado y eficiente, la evasión de pagos es un obstáculo considerable, ya que reduce los recursos disponibles para reinvertir en la operación del servicio.
Aumento de la Flota y Nuevos Desafíos
La crisis también tiene una dimensión operativa. En 2024, el IMA incorporó nuevos camiones a su flota, alcanzando un total de 1,800 unidades, muchas de las cuales operan bajo un sistema de pago por kilómetro recorrido. Este modelo, aunque innovador, ha incrementado considerablemente los costos de operación, pues no solo es necesario cubrir los gastos por la compra de las unidades, sino también mantenerlas en condiciones óptimas para asegurar la cobertura del servicio.
Además, el IMA prevé que, en lo que resta del año, se agreguen 1,500 unidades más, lo que sin duda traerá consigo una mayor demanda de recursos. Aunque este aumento en la flota debería mejorar el servicio, también representa un aumento proporcional en los gastos operativos, lo que obliga al IMA a solicitar un presupuesto mucho mayor.
El Papel del Gobierno Estatal en la Crisis
A pesar de las promesas de mejorar el transporte público en Nuevo León, el gobierno de Samuel García sigue sin encontrar una solución efectiva a la crisis del IMA. En 2023, el presupuesto del IMA fue modificado tras la reconducción del presupuesto estatal, dejando al organismo con apenas 203 millones de pesos, una cantidad muy por debajo de las necesidades reales del IMA.
El déficit operativo y la crisis de movilidad han sido un tema de debate, especialmente dentro de las cámaras empresariales, quienes cuestionan la dependencia de los recursos de la Tesorería para la operación del transporte público. Además, surge la preocupación sobre qué sucederá si el IMA no recibe los recursos solicitados y si las rutas de transporte continúan operando bajo este sistema deficiente.
¿Qué Pasará si No se Resuelve la Crisis?
La falta de acuerdos entre el gobernador y el Congreso, sumada a la escasez de recursos para el IMA, plantea una seria pregunta sobre el futuro del sistema de transporte de Nuevo León. El IMA, además de necesitar un aumento significativo en su presupuesto, también debe replantear su modelo de operación, buscando alternativas para mejorar la eficiencia, reducir la evasión de pagos y garantizar que los nuevos camiones sean una inversión efectiva.
Si el gobierno estatal sigue sin intervenir de manera decisiva y eficiente, la situación podría empeorar, afectando a miles de ciudadanos que dependen del transporte público a diario. La falta de soluciones inmediatas no solo afecta a los usuarios, sino que también tiene un impacto negativo en la economía del estado y en la calidad de vida de los habitantes de Nuevo León.
La crisis del Instituto de Movilidad en Nuevo León es un reflejo de los problemas estructurales que enfrenta el transporte público en el estado. A pesar de las crecientes necesidades de recursos y la expansión de la flota de camiones, el gobierno de Samuel García aún no ha logrado encontrar una solución efectiva. La solicitud de un presupuesto de $6,900 millones es solo un parche ante una crisis que requiere reformas profundas y un compromiso real por parte del gobierno para garantizar un sistema de transporte eficiente y accesible para todos los habitantes de Nuevo León.