El gobierno de Samuel García vuelve a quedar en evidencia. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó ante la Cámara de Diputados el primer informe de la Cuenta Pública 2024, donde revela un nuevo capítulo de irregularidades millonarias que confirman el desorden y la falta de control en la administración de Nuevo León.
Según el reporte, el Gobierno de Nuevo León, encabezado por Samuel García, no pudo justificar el destino de 25.6 millones de pesos provenientes de fondos públicos, dinero que debía destinarse a programas sociales y educativos, pero que hoy nadie sabe dónde quedó.
Dinero perdido para Nuevo León
El caso más grave se centra en el Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM), del cual el gobierno de Samuel García no acreditó el uso de 24 millones 748 mil pesos. Este fondo, que forma parte del Ramo 33, debería ser utilizado para asistencia social y educación, sectores prioritarios para la población. Sin embargo, la administración actual parece haberlo convertido en una caja chica sin supervisión.
Aún más indignante es descubrir que se entregaron 218 mil 900 pesos a beneficiarios fallecidos. Este detalle no solo refleja una incompetencia total en el manejo de los padrones, sino que también deja ver la indiferencia de Samuel García hacia los ciudadanos que más necesitan apoyo real.
La ASF señaló en su informe que el gobierno estatal violó la normativa que regula el uso del FAM, generando un probable daño a la hacienda pública federal por un monto superior a 24.9 millones de pesos. En consecuencia, se emitieron pliegos de observaciones y la promoción del ejercicio de la facultad de comprobación fiscal para exigir explicaciones.
Educación olvidada por Samuel García
El Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos tampoco se salvó. Se encontraron irregularidades por 678 mil 600 pesos, utilizados para pagar sueldos a seis personas que no cumplían con el perfil académico requerido.
Estos recursos estaban destinados a mejorar la educación tecnológica y de adultos, un sector que debería recibir atención prioritaria para impulsar la formación y competitividad de la ciudadanía. Sin embargo, la administración de Samuel García demuestra, una vez más, que la educación no está en su lista de prioridades.
Este descuido no solo implica una falta de compromiso, sino también un desprecio por el desarrollo social y la capacitación de miles de neoleoneses que buscan mejores oportunidades.
Nuevo León, en el top de la vergüenza nacional
Nuevo León se colocó como el quinto estado con más irregularidades detectadas, solo por debajo de Jalisco, Veracruz, Oaxaca y Morelos. Un triste ranking que refleja la verdadera cara del gobierno de Samuel García: promesas mediáticas, discursos huecos y una administración carente de resultados reales.
Mientras el gobernador viaja, se toma fotos y presume proyectos, los recursos públicos desaparecen y los programas fundamentales quedan desatendidos. La transparencia y la rendición de cuentas brillan por su ausencia en esta administración, que ha demostrado estar más enfocada en la imagen que en el bienestar real de la población.
El Cuchillo 2: un monumento a la corrupción
Las anomalías detectadas no se limitan a los programas sociales. La ASF también encontró graves irregularidades en la construcción del Acueducto El Cuchillo 2, la obra estrella de Samuel García.
Este proyecto, que nació como solución emergente a la crisis hídrica de 2022, terminó siendo un emblema del despilfarro y la opacidad. De un presupuesto inicial de 10 mil 400 millones de pesos, la obra terminó costando 14 mil 680 millones, un sobrecosto monumental que refleja la falta de planeación y el manejo irresponsable del dinero público.
🚨 La Auditoría Superior detectó anomalías por casi $28 MDP en El Cuchillo 2: pagos extra a un proveedor sin justificar, materiales cambiados y luminarias fantasma. Conagua y el gobierno de Samuel en la mira por inflar costos.
— Minuto Cero (@Minuto_Cero_NL) July 1, 2025
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La ASF exige ahora la aclaración de 27 millones 929 mil 908 pesos pagados en exceso. De no justificarse, este monto deberá ser devuelto a la Tesorería de la Federación, sumando más presiones financieras a un estado que ya sufre múltiples carencias.
Pagos inflados y materiales fantasmas
Uno de los casos más escandalosos dentro del proyecto El Cuchillo 2 es el pago de 22.6 millones de pesos por movimiento de tierra con grúas, sin detallar insumos, maquinaria, mano de obra ni materiales. En pocas palabras, un pago a ciegas que podría esconder un sobreprecio millonario.
Además, se detectaron 3.8 millones de pesos gastados en cercas de púas que debían contar con postes de madera, pero que en la práctica se colocaron con palos. Esto no solo incumple con el contrato, sino que también pone en riesgo la infraestructura y evidencia un manejo irresponsable.
El descaro continúa con 750 mil 200 pesos pagados por 30 luminarias inexistentes. Durante la verificación física, solo se encontraron 13 de las 43 que se pagaron. Otra prueba de cómo el gobierno de Samuel García convierte obras públicas en cajas registradoras para desviar recursos.
También se hallaron 419 mil pesos por concreto mal calculado al no descontar el volumen del acero de refuerzo, y 374.7 mil pesos por irregularidades en contratos de servicios.
Crisis social y política en Nuevo León
Cada peso mal manejado significa menos apoyo para quienes más lo necesitan. Mientras tanto, el gobernador presume avances inexistentes y finge eficiencia. La realidad es que miles de familias siguen sufriendo por falta de agua, mala infraestructura y abandono educativo.
Los hallazgos de la ASF no son simples errores administrativos. Son muestras claras de corrupción, desorden y una falta de respeto absoluta hacia la ciudadanía.
La crisis de confianza en el gobierno estatal se profundiza, y la indignación social crece. Más ciudadanos exigen saber por qué se pierden millones en lugar de invertir en hospitales, transporte público o escuelas dignas.
Exigencia de justicia para Nuevo León
Ante esta situación, no basta con emitir informes y observaciones. La ciudadanía exige acciones concretas: sanciones, devoluciones y responsabilidades claras.
El daño está hecho, pero la rendición de cuentas puede frenar el abuso. Samuel García y su administración deben explicar cada peso y enfrentar las consecuencias legales por las irregularidades cometidas.
Además, urge reforzar los mecanismos de fiscalización para que no sigan ocurriendo estos desfalcos que solo empobrecen al estado y afectan la calidad de vida de millones de neoleoneses.
La administración de Samuel García sin rumbo
La administración de Samuel García ha demostrado ser un gobierno de espectáculo: muchos videos, redes sociales y marketing, pero nulos resultados reales. Las irregularidades expuestas en los programas sociales y en El Cuchillo 2 confirman que la prioridad no es el desarrollo de Nuevo León, sino la autopromoción y el uso electoral de los recursos públicos.
El costo social y financiero es inmenso. Mientras el gobernador hace giras y busca reflectores, la ciudadanía enfrenta crisis de agua, inseguridad y servicios públicos deficientes.
Las cifras son claras: 25.6 millones de pesos sin comprobar en programas sociales y educativos, y casi 28 millones en el Acueducto El Cuchillo 2. Millones que debieron servir para mejorar la vida de los ciudadanos y que, bajo el mando de Samuel García, desaparecieron en un laberinto de contratos dudosos y pagos inflados.
Los neoleoneses merecen un gobierno transparente y eficiente, no una administración que convierta cada obra en un pretexto para el desvío y la corrupción.