El Festival Internacional Santa Lucía 2024, uno de los eventos culturales más importantes de Nuevo León, ha causado controversia este año debido a un aumento inesperado en su presupuesto. A pesar de que la edición de este año se redujo en duración, pasando de 30 a 15 días, el gasto público se disparó a cifras alarmantes, con un aumento del 186% en comparación con el presupuesto inicial. Este artículo analiza las implicaciones de este aumento en los costos y cómo se ha gestionado el dinero público, haciendo un llamado a la reflexión sobre la transparencia en el manejo de recursos por parte del gobierno estatal.
Un Presupuesto Desmesurado
Inicialmente, el Festival Internacional Santa Lucía 2024 tenía un presupuesto de 29 millones de pesos, una cifra ya considerable para un evento de este tipo. Sin embargo, al cierre del evento, el Fideicomiso del Festival, presidido por Victoria Kühne, reportó un gasto total de 84 millones de pesos, lo que representa un incremento de 54 millones de pesos más de lo originalmente planeado. Este sobrecosto generó dudas sobre la eficiencia en la organización del evento y la utilización de los recursos públicos.
Aumento en el Gasto a Pesar de los Recortes
Lo que hace aún más preocupante este incremento en los costos es el hecho de que el Festival Internacional Santa Lucía 2024 se celebró en menos días que en ediciones pasadas. De 30 días en 2023, se pasó a solo 15 días, lo que no justifica un aumento tan significativo en los gastos. Aunque el presupuesto original era de 29 millones, la cifra final muestra una gestión muy diferente, con el gasto casi triplicado.
Este aumento en los costos fue especialmente evidente en el gasto en equipamiento, que pasó de 14.8 millones de pesos en 2023 a 18.7 millones en 2024, a pesar de que se redujo la duración del festival. Esto indica que, aunque el evento fue más corto, los costos asociados a la logística y los equipos para los espectáculos se incrementaron considerablemente.
¿Por Qué Aumentaron los Costos?
Una de las principales razones del aumento de los costos fue el precio más alto del equipamiento contratado, que subió un 26% en comparación con el año anterior. Esta disparidad en los precios es aún más evidente si se considera que el proveedor, Troya Eventos y Producciones, fue el mismo en ambas ediciones del festival. A pesar de contar con el mismo proveedor, los costos de los materiales y equipos fueron considerablemente más altos este año.
Además, el hecho de que el Festival se haya realizado del 19 de octubre al 3 de noviembre, en lugar de las fechas tradicionales de septiembre, también podría haber influido en el aumento de los costos logísticos y operativos, ya que las fechas no coincidieron con la programación de otros eventos culturales en la región.
La Gestión de los Recursos Públicos: ¿Transparencia o Falta de Control?
Este desajuste en los costos también plantea preguntas sobre la gestión de los recursos públicos en el estado de Nuevo León. Aunque el gobierno estatal aseguró que el evento fue un éxito en términos de asistencia y presentación artística, es evidente que la administración no logró cumplir con las expectativas de eficiencia en el manejo del presupuesto. La reducción de días en el festival no se tradujo en una reducción proporcional en los costos, lo que sugiere una falta de control en el gasto público.
En el informe de 2013, el Festival Santa Lucía alcanzó una asistencia récord de 1 millón 592 mil 186 personas y presentó más de 1,000 artistas de 26 países. A pesar de estos números impresionantes, la cuestión sobre la transparencia en el uso de los fondos sigue siendo un tema pendiente, especialmente en un contexto de recortes presupuestarios en otras áreas como seguridad, salud y educación.
La Participación de Patrocinadores y el Impacto Cultural
El Festival Internacional Santa Lucía 2024 también contó con la participación de 81 patrocinadores, pero hasta el momento no se ha revelado públicamente el monto de sus aportaciones. Esto deja abierta la puerta a preguntas sobre si los patrocinadores realmente contribuyeron en la medida en que se esperaba o si, por el contrario, el gobierno estatal asumió una mayor parte del gasto.
A pesar de las controversias en torno al manejo financiero, el Festival sigue siendo una plataforma cultural de gran relevancia para la ciudad de Monterrey y sus alrededores. Sin embargo, es importante que la administración estatal aprenda de los errores de este año y busque mejorar la gestión de los fondos públicos en futuras ediciones.
El Festival Internacional Santa Lucía 2024 ha dejado muchas dudas sobre el manejo del presupuesto y la transparencia en la gestión de los recursos públicos por parte del gobierno estatal. A pesar de los recortes en la duración del evento, el gasto se incrementó de manera desmesurada, lo que plantea serias preguntas sobre la eficiencia en el uso de los fondos públicos. La ciudadanía tiene derecho a exigir una mejor rendición de cuentas y a saber cómo se están utilizando los recursos que provienen de sus impuestos. Es hora de que el gobierno estatal se tome en serio la transparencia y la responsabilidad fiscal, especialmente cuando se trata de eventos que afectan a todos los ciudadanos.
La reflexión está abierta: ¿Debería el gobierno estatal reconsiderar sus prioridades y mejorar la eficiencia en la organización de eventos culturales como este? La respuesta podría ser clave para el futuro de la cultura en Nuevo León.