Una joven española llamada Ivet Playà rompió el silencio y compartió un testimonio que ha generado una fuerte polémica en redes sociales. En un video publicado en su cuenta de X, la joven relató cómo lo que comenzó como una admiración inocente hacia su ídolo, el cantante Alejandro Sanz, derivó en una relación que ella considera fue producto de un abuso de poder.
Según Playà, el vínculo con el artista español inició cuando ella tenía apenas 15 años y era una seguidora entusiasta que asistía a sus conciertos. En su relato, explica que el contacto comenzó en redes sociales, cuando Sanz comenzó a seguirla, enviarle mensajes y reaccionar a sus publicaciones. Con el tiempo, la relación se volvió más cercana, y terminó involucrando una dinámica íntima y profesional, que a ojos de la joven, estuvo marcada por una desequilibrada diferencia de poder y edad.
La historia ha provocado un intenso debate en redes sociales, donde muchas personas cuestionan los límites entre una relación consensuada y una situación en la que una figura pública, con gran influencia y experiencia, puede ejercer un poder indebido sobre una persona más joven y vulnerable.
Relato impactante sacude a redes sociales
El video de Ivet Playà fue publicado para coincidir con una reflexión personal sobre su pasado. Ella misma expresó que su objetivo era honrar a la adolescente que fue, y que hoy, como adulta, tiene las herramientas emocionales para entender y denunciar lo que vivió.
De acuerdo con el testimonio, el contacto con Alejandro Sanz comenzó en 2015. En ese entonces, ella era una adolescente que se emocionaba con cada interacción virtual que recibía del cantante. Playà compartió capturas de pantalla como evidencia: ‘me gusta’ en sus fotos, comentarios, e incluso publicaciones en las que él hablaba de ella de forma indirecta.
La atención del cantante, entonces de 46 años, hizo que Ivet se sintiera especial. Poco después, según explica, ambos acordaron conocerse en persona, y fue entonces cuando la relación tomó un rumbo más personal e íntimo.
“Para mí ha sido sumamente duro asumir que Alejandro Sanz sabía perfectamente lo que yo era, desde el principio lo sabía; yo era una niña… jugó con mis sueños, con mi ilusión… mi vínculo con él fue irremediable y se convirtió en íntimo y sexual. Se suponía que yo estaba viviendo un sueño, pero la realidad es que se convirtió en una terrible pesadilla”, revela la joven de 26 años.
Relación laboral y mudanza a Madrid por Sanz
Después de algunos encuentros, Ivet pasó de ser una fan a formar parte del staff de trabajo de Sanz. Fue contratada para colaborar en sus giras y, al cumplir 22 años, tomó la decisión de mudarse de Barcelona a Madrid, alejándose de su familia para seguir con su nueva vida laboral y personal.
En ese contexto, la joven asegura que vivió una situación que en el momento parecía un sueño, pero que con el paso del tiempo se transformó en una relación desequilibrada en la que ella se sentía manipulada, usada y emocionalmente sometida. Aunque legalmente era mayor de edad al iniciar el vínculo más cercano, ella considera que el cantante se aprovechó de su posición de poder y de la brecha generacional para controlar la dinámica de la relación.
#YAhoraYo pic.twitter.com/cxIIBqNteN
— Ivet Playà 💫 (@ivet_playa) June 15, 2025
Alejandro Sanz no ha respondido públicamente
Hasta el momento, Alejandro Sanz no ha emitido ninguna declaración oficial en respuesta a los señalamientos. La ausencia de su postura ha generado múltiples reacciones, ya que para muchos sería importante escuchar su versión sobre los hechos.
El video de Ivet se ha viralizado tanto en X como en TikTok, acumulando miles de comentarios. Algunos defienden al intérprete de “Corazón partío”, mientras que otros consideran muy grave lo relatado por la joven y piden una investigación a fondo.
Playà enfatiza que no busca venganza ni atención, sino visibilizar una situación que, aunque ocurrió entre adultos, fue profundamente desigual. Asegura que hubo momentos en los que sintió que su intimidad fue vulnerada, pues otras personas tenían acceso a sus conversaciones privadas con el cantante.
“Me siento sucia, humillada”, declara en el video. También menciona que se dio cuenta de que muchas de las cosas que hizo por él no nacieron del amor ni del deseo libre, sino de la influencia emocional que Sanz tenía sobre ella.
El testimonio reabre debate en redes
La historia ha abierto un debate importante sobre los límites del consentimiento en relaciones con grandes diferencias de edad, especialmente cuando una de las partes tiene notoriedad pública, poder económico y reconocimiento internacional.
Aunque la relación no fue ilegal en términos legales, ya que Ivet tenía 18 años al comenzar el vínculo más cercano, su testimonio subraya que el desequilibrio emocional, psicológico y profesional pesó más que la edad cronológica. Al tratarse de una figura tan influyente como Sanz, muchas personas creen que había una responsabilidad mayor en el manejo de la relación.
Varios usuarios han comparado este caso con otros similares dentro del medio artístico, donde fans o personas jóvenes terminan involucradas en dinámicas de poder con sus ídolos, a menudo sin comprender del todo el impacto que eso puede tener en su bienestar emocional a largo plazo.
Hasta ahora, no se ha presentado una denuncia formal ante las autoridades contra Sanz, y el caso sigue siendo parte de una conversación pública que se alimenta desde las plataformas digitales. Algunas voces han solicitado que se analice con seriedad este tipo de testimonios, pues reflejan una realidad que, aunque común, muchas veces pasa desapercibida o se normaliza.
