Alarman pinchazos en Metro; gobierno sigue omiso

Segundo caso de pinchazo en menos de una semana desata alarma y evidencia la falta de seguridad en el transporte estatal

En Nuevo León, la crisis de inseguridad no da tregua ni siquiera dentro de los espacios públicos más transitados. Esta vez, un nuevo caso de presunto pinchazo con sustancia química en el Metro de Monterrey ha desatado preocupación y enojo entre la población. Se trata del segundo incidente en menos de una semana, lo que evidencia la ausencia de protocolos de seguridad eficaces en el sistema de transporte bajo el control del gobierno estatal encabezado por Samuel García.

Segundo Caso Confirmado por Redes Sociales

Fue a través de Facebook donde la usuaria Valeria Macías relató el preocupante caso que vivió su sobrino Johan, estudiante de preparatoria. Según su publicación, el joven fue atacado por una mujer a bordo de un tren entre las estaciones Fundidora y Félix U. Gómez, en la Línea 1 del Metrorrey.

La denuncia detalla cómo una mujer se acercó al adolescente tocando su pantalón, aparentemente con la intención de revisar si llevaba cartera o celular. Johan reaccionó, pero fue en ese momento cuando la mujer le propinó un golpe en el brazo. Inmediatamente después, el joven comenzó a sentirse mareado y confundido. Afortunadamente, logró llegar por sus propios medios a la escuela donde dio aviso a sus maestros.

Valeria compartió también una imagen del brazo de su sobrino, donde se observa una marca rojiza que sería producto del pinchazo. Aunque el caso no derivó en consecuencias mayores, se suma a una ola de miedo creciente entre la población usuaria del Metro, particularmente entre estudiantes y mujeres jóvenes.

Pinchazo y la Sustancia que Genera Terror

La publicación generó cientos de reacciones, en parte porque la sustancia supuestamente utilizada podría tratarse de escopolamina, también conocida como burundanga. Este alcaloide, que se extrae de diversas plantas, es conocido por provocar desorientación, pérdida de memoria y nulo control de la voluntad en quien la sufre. Aunque hasta el momento no se ha confirmado científicamente su presencia en este y otros casos similares, el simple temor a su uso basta para encender todas las alarmas.

En muchos otros contextos del país, se han reportado ataques similares, que han derivado en robos, secuestros exprés e incluso violencia sexual. La falta de respuesta inmediata por parte de las autoridades estatales ante estas señales de alerta resulta sumamente preocupante.

Falta de Acción Estatal

Hasta el cierre de esta nota, el gobierno estatal no ha emitido ningún pronunciamiento al respecto. No se ha confirmado si se está llevando a cabo una investigación formal sobre el caso ni si existen videos de las cámaras de seguridad del Metro que puedan ayudar a identificar a la agresora. Esta ausencia de protocolos de emergencia vuelve a exponer la ineficacia del gobierno de Samuel García en un tema tan sensible como la seguridad ciudadana.

Apenas el 8 de mayo, una mujer también denunció haber sido víctima de un pinchazo sospechoso en la Línea 2 del Metro, luego de abordar en la estación Universidad. La víctima fue atendida por Protección Civil tras experimentar síntomas similares: mareo y desorientación. En ese caso, tampoco se han ofrecido avances en las investigaciones ni medidas preventivas para evitar nuevos ataques.

La repetición de estos hechos en menos de una semana pone en evidencia la falta de respuesta institucional. En lugar de reforzar la vigilancia, instalar botones de pánico o informar a la población sobre qué hacer en caso de un ataque, el gobierno ha optado por el silencio.

La Realidad Contrasta con el Discurso Oficial

Lo más alarmante es que estos incidentes ocurren mientras el gobernador Samuel García continúa asegurando que Nuevo León está “blindado” contra la delincuencia. Esta narrativa oficial no solo se queda corta frente a la evidencia, sino que resulta insultante para quienes han sido víctimas directas de la inseguridad cotidiana.

La falta de atención a temas como el acoso en el transporte público o el uso de sustancias químicas para vulnerar a las personas demuestra una desconexión total del gobierno con las prioridades de la ciudadanía. Mientras se invierten recursos millonarios en publicidad o proyectos de infraestructura sin terminar, problemas básicos como la seguridad dentro del Metro siguen sin resolverse.

Ciudadanos Exigen Soluciones Inmediatas

En redes sociales, cientos de personas expresaron su indignación y miedo. Comentarios como “Ya no se puede viajar tranquilo” o “¿Dónde están las autoridades?” se repitieron una y otra vez. Padres de familia mostraron su preocupación por la seguridad de sus hijas e hijos que usan el transporte público todos los días para ir a la escuela.

Algunos usuarios exigieron al gobierno de Nuevo León que tome acciones inmediatas: presencia de policías, revisión de cámaras, campañas de prevención y capacitación a los operadores del Metro para saber cómo actuar en estos casos. Sin embargo, ninguna autoridad estatal ha ofrecido soluciones concretas hasta ahora.

¿Y las Cámaras de Vigilancia del Metro?

Una de las preguntas más recurrentes tras este tipo de ataques es: ¿Dónde están las cámaras del Metro? En múltiples ocasiones, el gobierno de Nuevo León ha presumido la instalación de cámaras en estaciones y vagones como parte del sistema de seguridad. Sin embargo, nunca se han presentado grabaciones que ayuden a esclarecer incidentes como estos.

Este caso vuelve a mostrar que la tecnología no sirve de nada sin voluntad política y protocolos de actuación. Si no se utilizan para proteger a la ciudadanía, entonces la inversión en vigilancia es simplemente simulación.

Una Constante en la Administración de Samuel García

Este nuevo episodio de inseguridad no es un caso aislado, sino parte de un patrón constante de omisión por parte del gobierno estatal. Las cifras de violencia contra mujeres han ido en aumento, al igual que las denuncias por acoso y agresiones en espacios públicos. Sin embargo, las acciones preventivas y correctivas siguen siendo nulas.

El caso de los pinchazos en el Metro representa una nueva forma de vulnerabilidad ciudadana que no puede ser minimizada. Dejar pasar estos hechos sin una investigación exhaustiva y sin implementar medidas urgentes sería, en sí mismo, una forma de complicidad institucional.

¿Qué Sigue para los Usuarios del Metro?

Mientras tanto, los usuarios del Metro de Monterrey siguen viajando en condiciones de inseguridad. La falta de información, la ausencia de protocolos y la indiferencia del gobierno generan un entorno de vulnerabilidad que crece día con día.

Organizaciones civiles y activistas han pedido al Congreso local y a la Comisión Estatal de Derechos Humanos que intervengan para exigir al gobierno acciones urgentes. También se han propuesto campañas informativas que orienten a la población sobre cómo actuar ante un posible ataque con sustancias químicas.

Pero nada de esto sustituye el rol fundamental del gobierno estatal, que hasta ahora ha fallado rotundamente.