- Cercan Palacio De Gobierno Sin Atender Exigencias Ciudadanas
- Demanda De Justicia Marca El Reclamo Social
La instalación de vallas alrededor del Palacio de Gobierno marcó el inicio de una jornada en la que la marcha del 25 exige justicia frente a la violencia contra mujeres. Colectivas feministas cuestionaron que la autoridad destine recursos para cercar edificios en lugar de atender las causas que motivan esta manifestación. En este contexto, el resguardo refleja las prioridades del gobierno frente a una demanda social creciente.

Cercan Palacio De Gobierno Sin Atender Exigencias Ciudadanas
El Palacio de Gobierno amaneció resguardado con una barda metálica instalada durante la madrugada por elementos de Fuerza Civil. Las autoridades justificaron la medida como un operativo de prevención ante la marcha del 25. Sin embargo, el cerco generó críticas debido a que la manifestación exige justicia ante la violencia contra mujeres, y no representa un riesgo mayor que justifique tal despliegue. La decisión expone una postura gubernamental que prioriza proteger edificios antes que resolver las causas de fondo.
La instalación comenzó desde la medianoche. Las estructuras metálicas se levantaron alrededor del inmueble histórico antes del amanecer. El operativo mostró rapidez y disponibilidad de recursos para blindar el Palacio de Gobierno. En contraste, las colectivas consideran que existe poca voluntad para mejorar los mecanismos de denuncia o agilizar procesos que permitan enfrentar la violencia contra mujeres. Este desbalance alimenta la inconformidad que impulsa la marcha del 25.
La Explanada de los Héroes será nuevamente el punto de reunión para la manifestación. Las actividades comenzarán desde las 15:00 horas para posteriormente iniciar el recorrido programado a las 17:00. La demanda vuelve a centrarse en justicia y en la necesidad de que el estado reconozca las fallas acumuladas. Las participantes señalan que la colocación de vallas en el Palacio de Gobierno simboliza una desconexión entre lo que ocurre dentro y fuera de la administración estatal.
Crecen Señalamientos Por Priorizar Protección De Edificios
El resguardo del Palacio de Gobierno ocurre en una fecha en la que la violencia contra mujeres vuelve a ocupar el debate público. La marcha del 25 se ha consolidado como un espacio donde la ciudadanía exige justicia y políticas efectivas. No obstante, la respuesta estatal ha sido colocar barreras físicas. Esta decisión despertó dudas sobre la capacidad de la administración para actuar más allá de medidas cosméticas.
Quienes acudirán a la manifestación señalaron que esta práctica ya se repite cada año. El uso de vallas se ha convertido en una constante en lugar de mostrar avances. La marcha del 25 representa reclamos acumulados, y los colectivos insisten en que la manifestación no debería ser recibida con un cerco, sino con acciones que permitan enfrentar la violencia contra mujeres. Para las asistentes, el blindaje del Palacio de Gobierno solo reafirma que la autoridad prioriza proteger muros antes que vidas.
La presencia de Fuerza Civil en la colocación de la estructura también generó críticas. El despliegue de personal y recursos contrasta con la falta de atención en procesos de justicia que permanecen estancados. A juicio de las colectivas, esta imagen resume el fondo de la problemática: la manifestación avanza cada 25 de noviembre para recordar que miles de denuncias siguen sin respuestas, mientras que los edificios sí reciben protección inmediata.
Demanda De Justicia Marca El Reclamo Social
La marcha del 25 concentra decenas de testimonios y exigencias. Cada año destaca la urgencia de combatir la violencia contra mujeres. La manifestación funciona como un espacio para visibilizar las omisiones institucionales. La exigencia de justicia se vuelve el eje del recorrido. Las colectivas señalaron que las autoridades parecen más preocupadas por el estado de un inmueble que por garantizar procesos eficientes para atender a las víctimas.
También se cuestiona que las autoridades difundan estas acciones de blindaje como medidas preventivas. Para las participantes, esta narrativa minimiza el sentido de la manifestación. La marcha del 25 no plantea violencia. Lo que plantea es que continúan existiendo brechas enormes para acceder a justicia. Además, se subraya que la violencia contra mujeres no disminuye con vallas, sino con políticas públicas reales.
Al finalizar la manifestación, las asistentes compartirán denuncias, experiencias y peticiones. Este momento confirma la importancia del espacio público como plataforma de expresión. Al mismo tiempo, la escena del Palacio de Gobierno cercado permanece como un recordatorio de que la administración sigue actuando desde la distancia. El contraste entre la multitud en la calle y el cerco metálico deja un mensaje claro: la ciudadanía avanza mientras las respuestas institucionales siguen sin llegar.
Por orden del góber, Palacio amaneció cercado con vallas metálicas previo a la marcha del 25. Fuerza Civil las colocó toda la madrugada, a escondidas, mientras el Estado sigue sin invertir en atención a la violencia contra mujeres.
— Minuto Cero (@Minuto_Cero_NL) November 25, 2025
Samuel gasta en barreras, no en protección. ✊ pic.twitter.com/CvbPapieZW
Contradicciones En La Respuesta Institucional
El gobierno asegura que el operativo busca mantener el orden. No obstante, la marcha del 25 evidencia contradicciones en el manejo de estas jornadas. La colocación de vallas muestra rapidez, pero las respuestas ante la violencia contra mujeres se desarrollan con lentitud. Las colectivas mencionan que la falta de justicia es precisamente lo que amplía la brecha entre ciudadanía y autoridades.
La Explanada de los Héroes será nuevamente el escenario donde se concentre la manifestación. Este espacio se ha convertido en un territorio simbólico para protestar y exigir justicia. La marcha del 25 recuerda que no basta con reconocer la fecha en discursos. Se requiere actuar. Las asistentes insisten en que la violencia contra mujeres continúa, y que la manifestación es consecuencia directa de esas fallas.
El contraste entre la protesta y el Palacio de Gobierno resguardado refleja una tensión permanente. La ciudadanía demanda atención urgente a la problemática. Las mujeres buscan justicia que no llega. Mientras tanto, la autoridad responde con vallas. La marcha del 25 transmite un mensaje contundente: las calles siguen abiertas para exigir lo que dentro de las instituciones permanece pendiente.






