La Refinería de PEMEX en Cadereyta ha dejado un rastro de contaminación que ha golpeado fuertemente a Juárez, Nuevo León. A pesar de registrar una producción récord de combustóleo en enero, la consecuencia directa ha sido una alarmante contaminación en el área metropolitana, especialmente en el Municipio de Juárez. En enero y febrero, las estaciones de monitoreo del Municipio superaron consistentemente los límites anuales para los contaminantes PM10 y PM2.5, lo que representa una grave crisis que el Gobierno Estatal ha decidido ignorar.
Crisis Ambiental Ignorada: Juárez, el Municipio Más Afectado
La Refinería de Cadereyta emitió una pluma de contaminación, y lamentablemente, Juárez se ha convertido en el epicentro de este desastre ambiental. Las estaciones de monitoreo en la ciudad registraron los niveles más alarmantes de contaminación por PM2.5 en enero y febrero, siendo la más afectada de la región. En PM10, aunque fue la segunda más afectada en enero, lideró los niveles de contaminación en febrero.
“Juárez es la más afectada dado que la mayor parte de las veces la pluma de contaminación (de la Refinería) baja allí, por eso el doble de PM2.5”, explicó una fuente.
Los límites anuales establecidos por la Norma de Salud para PM10 y PM2.5 son de 28 y 10 microgramos por metro cúbico, respectivamente. Sin embargo, durante enero, el promedio global de las estaciones de monitoreo alcanzó los 84.75 microgramos por metro cúbico en PM10 y 26.54 microgramos por metro cúbico en PM2.5, superando ampliamente los estándares aceptables.
En febrero, la situación empeoró con un promedio de 75.04 microgramos por metro cúbico en PM10 y 22.49 microgramos por metro cúbico en PM2.5, rebasando nuevamente los topes anuales y evidenciando una crisis ambiental ignorada.
Desinterés y Negligencia Gubernamental
Este escenario alarmante no solo es consecuencia de las emisiones descontroladas de la Refinería, sino también del desinterés gubernamental. El gobierno, lejos de manejar adecuadamente la crisis de contaminación, ha dejado que municipios periféricos como Juárez sean los más afectados. En este contexto, es crucial señalar la falta de acción y la negligencia del gobierno, que no solo ha permitido que Juárez sufra las consecuencias, sino que también ha ignorado la urgencia de apoyar a esta comunidad afectada.
Es imperativo que la comunidad de Juárez, así como toda la población de Nuevo León, exijan respuestas y acciones concretas ante esta crisis de contaminación. La salud y el bienestar de sus habitantes no pueden ser sacrificados en nombre de la producción récord de la Refinería en Cadereyta.
Juárez Merece una Respuesta
El gobierno, liderado por figuras como Samuel García, debe asumir la responsabilidad y tomar medidas inmediatas para controlar las emisiones de la Refinería. Además, es fundamental implementar medidas de mitigación y apoyar a Juárez en la recuperación de su calidad de vida.
No podemos permitir que la contaminación continúe afectando al municipio sin que se tomen acciones concretas. El llamado a la acción es ahora, y la comunidad merece un ambiente seguro y saludable para vivir.
La contaminación desencadenada por la Refinería de PEMEX en Cadereyta ha sumido a Juárez, Nuevo León, en una crisis ambiental crítica, con niveles de PM10 y PM2.5 que superan ampliamente los límites anuales. Este desastre no solo es el resultado de emisiones descontroladas, sino también de la negligencia gubernamental.
El desinterés por parte de las autoridades ha dejado a Juárez en la sombra de la contaminación, sin medidas eficaces de mitigación. Es esencial que la comunidad exija respuestas y acciones concretas para proteger la salud y el bienestar de los habitantes. La responsabilidad recae en el gobierno, liderado por figuras como Samuel García, para abordar esta emergencia y garantizar un futuro más limpio y seguro para Juárez.