La contaminación en Nuevo León ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos años, y uno de los principales responsables de esta crisis es la Refinería de Cadereyta. A pesar de las reiteradas denuncias, la planta sigue operando sin que se tomen medidas sancionadoras efectivas. Este artículo analiza cómo la falta de acción por parte del gobierno ha permitido que la Refinería continúe siendo una de las mayores fuentes de contaminación en la región.
La Refinería de Cadereyta: Principal Fuente de Contaminación en NL
Desde hace varios años, la Refinería de Cadereyta ha sido señalada como la principal fuente de contaminación en Nuevo León. La planta de Pemex emite grandes cantidades de dióxido de azufre, un gas tóxico con un olor penetrante que ha afectado gravemente la calidad del aire en la zona metropolitana.
En 2024, la región vivió uno de los peores episodios de contaminación por PM2.5 en los últimos cinco años. La contaminación alcanzó niveles críticos, especialmente en áreas cercanas a la Refinería, que sigue siendo la principal responsable de estos altos niveles de toxicidad en el aire.
Olor a Azufre: Un Problema Recurrente
El pasado lunes, un fuerte olor a azufre se reportó en más de 79 colonias de Cadereyta, Juárez, Guadalupe, Monterrey, San Pedro y Santa Catarina. La Secretaría del Medio Ambiente estatal ligó este episodio de contaminación a las emisiones de la Refinería de Cadereyta. Este no es un caso aislado, ya que en los últimos tres años, el mismo olor ha invadido diversas zonas del área metropolitana, generando preocupación entre los ciudadanos.
A pesar de que estos episodios se han vuelto recurrentes, la Refinería de Cadereyta sigue sin ser sancionada, lo que genera un sentimiento de impunidad ante los daños a la salud pública y el medio ambiente.
¿Por Qué No se Sanciona a la Refinería de Cadereyta?
A diferencia de otras empresas, como la planta de Zinc Nacional en San Nicolás, que fue clausurada por la Profepa tras detectar altos niveles de plomo y arsénico, la Refinería de Cadereyta ha gozado de un trato diferente. La planta de Pemex, al ser de jurisdicción federal, ha quedado fuera del alcance de las autoridades locales, lo que ha permitido que continúe operando a pesar de su impacto ambiental negativo.
Según Selene Martínez, directora del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire, tanto las plantas privadas como las públicas deberían ser tratadas por igual. Sin embargo, la inacción tanto del gobierno federal como del gobierno estatal ha favorecido a la Refinería, a pesar de sus emisiones contaminantes.
Promesas Incumplidas: ¿Por Qué No se Clausura la Refinería de Cadereyta?
A lo largo de los últimos años, el gobierno estatal ha anunciado en varias ocasiones que clausuraría la Refinería de Cadereyta. En marzo de 2023 y marzo de 2024, la Secretaría del Medio Ambiente estatal prometió tomar acciones para detener las emisiones de la planta, pero estas promesas nunca se materializaron. La Refinería siguió operando sin ningún tipo de sanción, lo que pone en evidencia la falta de compromiso y falta de voluntad política para enfrentar la crisis ambiental.
Incluso Samuel García, actual gobernador de Nuevo León, intentó en 2020, cuando era senador, una clausura simbólica de la Refinería, pero esta fue rechazada por el sindicato petrolero. A pesar de estas iniciativas, la planta continúa emitiendo gases contaminantes sin que haya consecuencias legales.
El Futuro de la Refinería de Cadereyta y la Contaminación en NL
La falta de acción y la impunidad que caracteriza la situación de la Refinería de Cadereyta resalta la necesidad urgente de políticas ambientales más estrictas en Nuevo León. Si bien la Refinería sigue siendo una de las mayores fuentes de contaminación en el estado, también existe un llamado a la federación para que asuma su responsabilidad y regule de manera efectiva las emisiones de Pemex.
Es fundamental que tanto el gobierno federal como el gobierno estatal trabajen juntos para reducir la contaminación y proteger la salud de los habitantes de Nuevo León. Solo con políticas públicas coherentes, sanciones efectivas y un compromiso real de las autoridades, se podrá frenar la creciente crisis de contaminación en la región.
¿Qué Podemos Hacer Como Ciudadanos?
La participación de la ciudadanía es crucial para generar un cambio real. Es fundamental que los ciudadanos sigan exigiendo cuentas a las autoridades y a las empresas responsables de la contaminación. Además, iniciativas como el monitoreo de la calidad del aire y la denuncia de emisiones ilegales son esenciales para visibilizar los problemas de contaminación y presionar por soluciones efectivas.
Necesitamos Actuar Ahora
La Refinería de Cadereyta es solo una de las muchas fuentes de contaminación en Nuevo León, pero su impacto es de gran magnitud debido a la falta de sanciones. El gobierno estatal y el gobierno federal deben tomar acciones decisivas para proteger el medio ambiente y la salud de los regiomontanos. La impunidad de la Refinería no puede seguir siendo la norma, y es hora de que las autoridades respondan con medidas concretas.