China, Nuevo León, enfrenta una de las peores crisis hídricas en lo que va del año. La falta de lluvias, las heladas recientes y la escasez de apoyo por parte de las autoridades han dejado al municipio en una situación crítica, afectando principalmente al sector ganadero, pilar económico de la región.
La sequía golpea con fuerza al noreste del estado
Durante los primeros tres meses de 2025, el panorama hídrico en Nuevo León ha empeorado considerablemente. Aunque en el área metropolitana el problema parece estar contenido por el momento, la realidad en municipios como China, NL, es completamente distinta. En esta zona del estado, los efectos de la sequía son visibles y alarmantes.
La situación ha escalado a tal punto que ya se considera una emergencia local. El municipio de China es uno de los cinco señalados por el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) con una condición de sequía moderada, sin embargo, las autoridades locales y los habitantes afirman que la crisis va mucho más allá de una categoría técnica.
De acuerdo con testimonios locales, las condiciones climáticas no solo han sido secas, sino también extremas. Una helada a principios de año acabó con el pasto, dejando sin alimento al ganado. Esta fue seguida por una sequía persistente que ha impedido la recuperación del ecosistema y la producción agrícola.
El campo, al borde del colapso
La ganadería en China es la principal fuente de sustento para muchas familias. Sin embargo, ante la falta de lluvias y la pérdida del forraje natural, los productores han tenido que tomar decisiones desesperadas: vender sus reses o sacrificarlas por falta de alimento y agua.
El alcalde del municipio, Alejo Rodríguez Cantú, reconoció que la situación está fuera de control. “Hace aproximadamente un mes cayó una helada aquí en Nuevo León y todo el pasto, toda la comida para el ganado, se quemó. En China la mayor actividad es la ganadería y eso nos ha afectado mucho directamente”, declaró.
La consecuencia inmediata ha sido la venta masiva de ganado. “Como no hay pasto, la gente tiene que chamuscar el nopal o comprar pacas de alimento. Se está vendiendo mucho ganado porque los productores ya no pueden sostener sus pies de cría”, lamentó Rodríguez.
Esto no solo representa una pérdida económica para las familias afectadas, sino que pone en riesgo toda la cadena de producción agropecuaria local. La venta forzada de animales implica una reducción en la capacidad productiva a largo plazo, debilitando aún más la economía del municipio.
Sin agua para vivir: el riesgo también es humano
Pero no solo el ganado está en peligro. La escasez de agua en China, NL también empieza a afectar el consumo humano. Las fuentes de abastecimiento naturales están secas y las pipas municipales no dan abasto.
“El agua para el consumo humano cada día que pasa escasea y de seguir la situación como va, esto se complicará más”, advirtió el alcalde. En su declaración, también señaló que actualmente se están utilizando pipas del municipio y el apoyo de la Unión Ganadera, pero los recursos son limitados. “Las que tenemos ya tienen muchos años de uso y se descomponen continuamente”, explicó.
En este momento, las familias aún cuentan con acceso limitado al agua, pero si no llueve antes de mayo, como advierten las autoridades locales, muchas comunidades podrían quedarse completamente sin suministro. Esta situación no solo representa un problema sanitario, sino también social, al generar tensión entre los habitantes que ven cada día más comprometido su derecho al acceso al vital líquido.
El abandono del gobierno estatal
A pesar de la gravedad del problema, la respuesta del gobierno estatal ha sido mínima. Hasta ahora no se ha anunciado ningún programa de emergencia para atender la crisis hídrica en esta región del estado. Tampoco se han enviado recursos adicionales ni se ha reforzado el envío de pipas o maquinaria para rehabilitar pozos.
El silencio y la inacción gubernamental han sido fuertemente criticados por los habitantes del municipio. La falta de intervención oportuna en un problema que claramente afecta la economía local, la seguridad alimentaria y la salud pública, es percibida como una muestra de abandono institucional.
Mientras tanto, el alcalde ha hecho reiterados llamados a las autoridades estatales y federales para que se envíen más apoyos.
“Necesitamos más pipas, necesitamos ayuda para no dejar morir al campo”, insistió Rodríguez.
¿Qué puede pasar si no llueve?
Según el propio edil, si no llueve antes de mayo, el municipio podría enfrentar un colapso hídrico. Esto implicaría no solo la muerte del ganado restante, sino también cortes prolongados de agua para la población, pérdidas económicas irreversibles y posibles desplazamientos forzados de familias enteras.
“El problema es que esto no es una sequía común. Ya no hay margen para esperar”, advirtió el alcalde. El cambio climático y la mala planificación de recursos han confluido en un escenario que requiere acciones inmediatas y de fondo.
Además, la falta de lluvias podría ocasionar que otras regiones del estado también entren en niveles críticos. Si bien las principales presas aún tienen niveles aceptables, no pueden sostener la demanda del estado por sí solas, mucho menos cuando algunos municipios periféricos empiezan a colapsar.
Soluciones urgentes y a largo plazo
La situación en China, NL, debería servir como un llamado de atención no solo para los gobiernos, sino también para la sociedad en general. Las soluciones inmediatas pasan por el envío de pipas, la distribución de alimento para ganado, subsidios para productores afectados, y el fortalecimiento de los sistemas de almacenamiento de agua a pequeña escala.
Pero también se requieren soluciones estructurales que garanticen la resiliencia hídrica del estado. Esto incluye:
- Inversión en infraestructura de captación de agua de lluvia.
- Programas de rehabilitación de pozos y conservación de mantos acuíferos.
- Capacitación a productores sobre uso eficiente del agua.
- Políticas estatales que prioricen el uso agrícola y humano por encima de los intereses industriales o comerciales.
China, NL no puede esperar más
La crisis en China, Nuevo León, no es una excepción, sino un síntoma del deterioro ambiental que enfrenta la región y de la falta de preparación del gobierno para enfrentar emergencias climáticas. El campo está al límite y los productores han tenido que tomar decisiones dolorosas ante la indiferencia estatal.
El abandono de las comunidades rurales por parte de las autoridades no solo pone en riesgo a quienes dependen directamente del campo, sino que también amenaza el abasto de alimentos y la estabilidad económica del estado.
China pide ayuda, pero la respuesta institucional sigue sin llegar. Si no se actúa de inmediato, la sequía podría convertirse en una catástrofe humanitaria de gran escala. Y para entonces, ya será demasiado tarde.