El reciente anuncio de Google Maps sobre el cambio de nombre del Golfo de México a Golfo de América ha desatado una controversia internacional. Esta decisión, basada en un decreto firmado por Donald Trump, busca imponer una nueva denominación en los documentos oficiales de Estados Unidos. Sin embargo, el gobierno mexicano ha manifestado su rechazo, asegurando que este cambio no tiene validez fuera de la jurisdicción estadounidense.
Ante la polémica, Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha ordenado a la Cancillería el envío de una carta formal a Google, exigiendo una aclaración sobre el procedimiento que llevó a este cambio en su plataforma. Según la mandataria, los nombres geográficos de mares y océanos no pueden ser modificados por decisión unilateral de un país, sino que requieren la aprobación de organismos internacionales.
Sheinbaum Responde a la Imposición de EE.UU.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum explicó que el cambio de nombre en Google Maps está basado en una orden ejecutiva firmada por Trump el 20 de enero, el mismo día de su investidura. La medida busca reforzar el dominio estadounidense en el Golfo de México, argumentando que su plataforma continental les otorga mayor control sobre los recursos naturales de la región.
Sheinbaum subrayó que la delimitación marítima está definida por acuerdos internacionales y no por decisiones arbitrarias de una nación.
“No es un país quien decide el nombre de un mar, sino una organización internacional”, afirmó.
Además, la presidenta destacó que Google solo debe actualizar los nombres geográficos cuando estos han sido oficialmente reconocidos por organismos especializados. No obstante, el Sistema de Información de Nombres Geográficos (GNIS), utilizado como referencia para estos cambios, no ha actualizado el nombre del Golfo de México, lo que pone en duda la decisión de la plataforma.
¿Una Estrategia de Trump para Reforzar su Imagen?
El intento de cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América se percibe como una estrategia de Donald Trump para fortalecer su imagen ante su base electoral. El expresidente ha sido un firme defensor del nacionalismo estadounidense y ha promovido políticas de control territorial que afectan directamente a México.
Trump justificó la medida asegurando que Estados Unidos realiza la mayor parte de la explotación de recursos en el Golfo, por lo que considera adecuado renombrarlo. Además, aprovechó para criticar nuevamente a México por lo que él considera un manejo deficiente de la inmigración ilegal hacia su país.
Para muchos analistas, esta movida política de Trump busca desviar la atención de temas más importantes en su administración y generar un conflicto innecesario con México.
Google en el Centro de la Polémica por el Golfo de México
El hecho de que Google Maps haya aceptado modificar el nombre del Golfo de México sin una actualización oficial del GNIS levanta cuestionamientos sobre la imparcialidad de la empresa y su papel en la difusión de información geográfica.
Sheinbaum ha insistido en que Google debe aclarar por qué realizó este cambio sin consultar fuentes oficiales. La mandataria también ha señalado que su gobierno tomará las medidas necesarias para evitar que se impongan decisiones unilaterales que afecten la soberanía del país.
La compañía, por su parte, ha respondido en la red social X que los cambios de nombres en Maps se realizan con base en fuentes oficiales y que cualquier actualización será reflejada en su plataforma una vez que se confirmen los cambios en registros internacionales.
México Defiende su Soberanía y el Golfo de México
El gobierno mexicano ha dejado claro que no permitirá que Estados Unidos imponga unilateralmente un cambio de nombre en una región que históricamente ha sido reconocida como el Golfo de México. La postura de Sheinbaum es firme: la soberanía y los acuerdos internacionales deben respetarse.
La polémica ha despertado indignación en sectores políticos y sociales, pues se considera que el cambio de nombre es un intento más de Trump por imponer su visión nacionalista a nivel global.
En este contexto, México seguirá defendiendo el reconocimiento del Golfo de México ante la comunidad internacional y exigiendo a Google una postura clara sobre la base de sus decisiones. La batalla por la identidad geográfica de esta región apenas comienza.