En un nuevo episodio de las tensas relaciones internacionales entre Estados Unidos y Rusia, el presidente Donald Trump ha endurecido su postura respecto al conflicto en Ucrania, al anunciar que acortará el plazo previamente otorgado al mandatario ruso Vladímir Putin para alcanzar un alto el fuego. Según lo declarado por el mandatario estadounidense desde Escocia, el nuevo plazo se limitará a “10 o 12 días”, dejando atrás el periodo inicial de 50 días que había sido anunciado semanas atrás.
La decisión fue revelada durante una conferencia de prensa previa a una reunión con el primer ministro británico, Keir Starmer, en el complejo de golf de Trump en Turnberry, al oeste de Escocia. Visiblemente molesto y decepcionado, Trump criticó los constantes ataques de Rusia a ciudades ucranianas, particularmente a Kiev, señalando que “no hay razón para esperar más”, ante la falta de avances tangibles hacia una solución pacífica. La presión ejercida por el presidente estadounidense marca un giro en la estrategia de la Casa Blanca y reafirma el mensaje de que no se tolerará una prolongación indefinida del conflicto bélico.
Trump recorta drásticamente el plazo
El anuncio de Trump representa un cambio sustancial en el calendario diplomático que él mismo había establecido. Inicialmente, el mandatario había dado a su homólogo ruso un plazo de 50 días a partir del 22 de julio para alcanzar un acuerdo de alto el fuego con Ucrania. Sin embargo, tras expresar su frustración por la falta de avances, el presidente decidió reducir ese periodo a apenas una decena de días.
“Voy a reducir esos 50 días que di a un número inferior, porque creo que ya sé la respuesta de lo que va a pasar”, afirmó Trump frente a los medios. Esta frase deja entrever que, desde su perspectiva, el Kremlin no muestra señales de querer frenar la guerra. Incluso, dejó claro que la medida no es tomada a la ligera, y que siente pesar al respecto: “No quiero hacerle eso a Rusia, amo a la gente rusa”, señaló. Aun así, justificó la medida con un mensaje tajante: “No estamos viendo ningún progreso”.
El presidente expresó que esperaba un escenario diferente. Reconoció haber mantenido entre cuatro o cinco conversaciones con Putin desde que comenzó el conflicto y, en su opinión, tras cada intento de diálogo, Rusia volvía a atacar. Esta falta de correspondencia a los canales diplomáticos es, según Trump, la razón principal por la que ha decidido acortar los tiempos.
BREAKING: Trump just announced the 50-day deadline given to Putin is NO LONGER IN PLAY.
— Gunther Eagleman™ (@GuntherEagleman) July 28, 2025
"I'm disappointed in President Putin. I'm going to reduce that 50-days to a lesser number because I think I already know his answers." pic.twitter.com/HnfsCoA3x3
Acusaciones de violencia persistente
Uno de los puntos más graves señalados por Trump durante sus declaraciones fue la reiterada violencia de Rusia sobre objetivos civiles. El mandatario no se limitó a cuestionar la falta de voluntad de negociación, sino que también responsabilizó directamente a Putin de ataques con cohetes dirigidos a ciudades como Kiev, donde las víctimas suelen ser personas inocentes.
“Habla conmigo y luego lanza cohetes. Mata a un montón de gente en una residencia o donde sea, y deja cuerpos tirados por toda la calle”, acusó Trump, visiblemente indignado. Esta referencia directa a los efectos devastadores del conflicto refleja un enfado creciente por parte del gobierno estadounidense, que ha insistido en los últimos meses en la necesidad de una salida diplomática inmediata al conflicto iniciado por la invasión rusa en febrero de 2022.
Trump incluso aseguró que no esperaba que las tensiones escalaran a estos niveles: “Realmente nunca pensé que se llegaría a esta situación. Pensaba que sería posible negociar algo. Y posiblemente ocurra, pero es muy tarde en el proceso”, lamentó. El comentario sugiere que, desde su perspectiva, Putin ha desperdiciado oportunidades de diálogo, prolongando una guerra que, según él, solo empobrece a Rusia.
Ucrania respalda decisión de Trump
Desde el otro lado del conflicto, las declaraciones de Trump fueron bien recibidas en Kiev. El jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andrí Yermak, agradeció públicamente al presidente de Estados Unidos por mantenerse firme ante el mandatario ruso y por enviar un mensaje claro en favor de la paz. A través de una publicación en la red social X, Yermak expresó su respaldo: “Gracias al presidente de EU por mantenerse firme y dar un mensaje claro de paz a través de la fuerza”.
Este apoyo no solo valida la presión ejercida por Washington, sino que también evidencia que Ucrania considera insuficientes los intentos de negociación previos, y ve con buenos ojos una postura más decidida de parte de la comunidad internacional.
El mensaje enviado por Yermak resuena como un eco de lo que muchos en Occidente han exigido en los últimos meses: que los aliados de Ucrania no suavicen su presión sobre Rusia y mantengan el foco en lograr un cese inmediato de hostilidades. En este contexto, la reducción del plazo puede interpretarse como un ultimátum diplomático, que busca forzar una respuesta clara del Kremlin y dejar sin espacio para la ambigüedad.
Guerra sin fin y gastos millonarios
Otro de los temas que abordó Trump fue el impacto económico de la guerra para Rusia. El mandatario estadounidense se refirió a la situación actual del país como un desperdicio de recursos que podrían haberse invertido en prosperidad. “Rusia podría ser muy rica ahora mismo, pero gastan el dinero en la guerra y en matar gente”, declaró.
Esta frase apunta no solo a la cuestión humanitaria, sino también a la ineficiencia económica del conflicto. Para Trump, el empecinamiento en continuar con la ofensiva militar ha condenado a Rusia a perder oportunidades de desarrollo y estabilidad interna. La guerra, desde su visión, no solo destruye vidas, sino también el futuro del propio país que la sostiene.
Con estas declaraciones, el presidente estadounidense refuerza su mensaje de que seguir alimentando la guerra no beneficia a ninguna de las partes, e intenta colocar a Rusia ante una disyuntiva clara: continuar el conflicto y aislarse aún más o sentarse a negociar con consecuencias mínimas.